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Agosto 27 de 2015    

 
 
 
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No es cara, ni tarda mucho la nulidad matrimonial


MÉXICO, DF. 27/08/15 (OEM-POST).- Muchas parejas cuando se divorcian y estuvieron casados por la iglesia, quieren la declaración de nulidad religiosa, por ello la Arquidiócesis Primada de México, detalló que cuando un matrimonio católico se divorcia, puede acudir al Tribunal Eclesiástico a solicitar la revisión de su caso para que se determine si su Matrimonio fue válido.

Precisa que la anulación no es proceso demasiado complicado. "Es bastante sencillo. Se acude citado tribunal por un cuestionario; se responde en casa, se entrega; se llevan dos testigos a entrevistas personales y privadas con el sacerdote a cargo del caso. Se da un primer veredicto que pasa a revisión y luego el definitivo. Dura meses".

Tampoco es caro, inclusive la iglesia analiza la forma de abatir costos al máximo.

Y para los que ya no pueden ver "ni en pintura a su ex", o consideran que no estaría de acuerdo, no se necesita la autorización del ex cónyuge para realizar este trámite, si vive en otra ciudad o ha sido imposible contactarle.

Aunque la Arquidiócesis aclara que de entrada hay que explicar que no existe el 'divorcio por la Iglesia', pues "lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre".

El Sistema Informativo de la Arquidiócesis Primada de México, informó que la Iglesia no divorcia ni anula matrimonios. Lo que hace es examinar y dictaminar si se cumplieron o no las condiciones indispensables para que el matrimonio fuera válido.

Explicó que en muchas ocasiones, los creyentes van las oficinas parroquiales a preguntar cómo le puedo hacer para obtener mi divorcio por la Iglesia.

Por lo que insistió que debe ir al Tribunal Eclesiástico a solicitar la revisión de su caso para que se determine si su Matrimonio fue válido. Si no lo fue, es declarado nulo, y la pareja queda en libertad de casarse por la Iglesia.

Asimismo, el SIAME señaló que los mitos que hay en torno a este proceso han provocado que muchas parejas no aprovechen el recurso y si se vuelven a casar lo hagan sólo por el civil, quedando en situación irregular, sin poder confesarse ni comulgar, con lo cual se privan de la valiosísima gracia sacramental.

De ahí que indicó que hay varios mitos más comunes en torno al proceso de declaración de nulidad matrimonial: como que las personas se cargan muchas culpas, se quitarse un gran peso de encima.

"Si me dicen que mi matrimonio es válido, pues a seguir orando por la santificación de mi cónyuge; si me dicen que es nulo, me libero de ese vínculo y empiezo una nueva vida. No hay que quedarse con la duda, indicó una persona entrevistada.

Realizar este proceso no es 'ir a hablar mal' de nadie, sino exponer los hechos para determinar si hubo causales que lo invalidan, destaca.

Los sacerdotes encargados han escuchado de todo, no se espantan de nada, y tratan el asunto con la mayor delicadeza y discreción.

Lo que se dice ahí es como bajo secreto de Confesión, no se divulga absolutamente nada. Incluso a los testigos se les pide prestar juramento de no revelar lo dicho en la entrevista.

También aclara que el reconocimiento de los hijos ante la ley civil no se altera si el Matrimonio religioso es declarado nulo. Y la Iglesia los considera concebidos dentro de lo que de buena fe se creía un Matrimonio válido.

Refiere que realizar este proceso si tiene caso, ya que permite cerrar ese asunto, dejar atrás esa experiencia dolorosa, sanar el corazón y quedar libre para que si deseas volverte a casar.

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